sábado, 31 de enero de 2009

>>Andrés Manuel López Obrador,25 de enero,2009






Discurso del presidente legítimo de México, Andrés
Manuel López Obrador, durante la asamblea del
Movimiento Nacional por la Defensa
del Petróleo, la Economía Popular y la
Soberanía Nacional, en el Zócalo de la Ciudad
de México, el domingo 25 de enero,2009.



Amigas y amigos:


Gracias a ustedes, a sus profundas convicciones y a
su perseverancia, nos congregamos de nuevo en
el Zócalo para dar continuidad
a nuestro movimiento.


No podríamos dejar de mencionar el esfuerzo que
hacen muchos de ustedes para estar presentes en esta
asamblea nacional. Hay quienes vienen de muy lejos,
que salieron de sus casas desde ayer
por la mañana. Y todos, mujeres y hombres,
jóvenes y ancianos respetables, familias completas,
acuden a nuestro llamado
por su propia voluntad. Gracias, muchas
gracias de todo corazón.


Mi reconocimiento también a los dirigentes del Frente Amplio
Progresista. A todas y a todos los brigadistas, a los
miembros de las organizaciones sociales y ciudadanas.
En particular, a Alberto Anaya, a Luis Maldonado
y a Alejandro Encinas.


Llevamos más de dos años resistiendo y avanzando en
nuestro propósito de transformar la vida pública
de México y poco a poco
se ha ido reafirmando la importancia de nuestra lucha.


Actualmente, los que nunca dejaron de creer en nuestro
proyecto, están más convencidos y los que dudaban,
han empezado a despertar, a reflexionar con más
disposición de entender lo que
realmente está sucediendo.


Independientemente de nuestra entereza y trabajo
cotidiano, mucho ha contribuido en la toma de
conciencia de los ciudadanos, la triste
realidad que estamos enfrentando la inmensa
mayoría de los mexicanos.


Hoy, se padece por el desempleo, la carestía, la pobreza,
la inseguridad y la violencia pero, sobre todo, existe
incertidumbre y empieza a manifestarse la angustia y
la frustración. Y todo ello en un ambiente de
insensibilidad, de indolencia, incapacidad
y cinismo de las autoridades.

Por eso, nuestro movimiento tiene que mantener viva
la llama de la esperanza. El mensaje debe
de ser claro y preciso.


Decir a los cuatro vientos que sí podemos, con la
participación de todos, encontrar salidas; que sí podemos,
con soluciones colectivas, remontar este periodo
decadente; que sí podemos devolver la
confianza y la felicidad que merece nuestro pueblo;
que sí podemos salvar a México.


Nuestro optimismo, no es recurso retórico, ni buenos
deseos, se sustenta en la enorme fortaleza cultural
de nuestro pueblo, en
su vocación de trabajo y en su inmensa bondad. También,
nuestro optimismo se basa en el gran potencial de los
recursos naturales del país. A pesar de que México ha sido
saqueado por siglos, todavía tenemos oro, plata,
cobre, petróleo, gas, agua en abundancia,
buenas tierras para la producción agropecuaria,
bosques, selvas, litorales, y nuestro territorio es
uno de los más bellos del mundo.


Además, podemos salir adelante porque tenemos un buen
diagnóstico de los males que aquejan a la nación y
le impiden su prosperidad.
Sabemos que la crisis de México se origina por dos grandes
problemas: la corrupción y la desigualdad, que
al final de cuentas se
resumen en uno solo: el mal gobierno.



También sabemos que los responsables de la tragedia
nacional, son quienes se han apoderado del gobierno y
de las instituciones, y han
convertido al Estado en un comité al servicio de una minoría,
sin importarles el destino del país y mucho menos
el sufrimiento de la mayoría de nuestro pueblo.


En nuestro país existe una república aparente, simulada,
falsa; hay poderes constitucionales, pero en los hechos un
grupo ha confiscado todos los poderes. Esta especie
de dictadura encubierta, no sólo
ha nulificado la vida democrática, sino que ha
causado una profunda desigualdad económica y social.
Hay pocos que tienen mucho y muchos que tienen poco.


Es paradójico y, a todas luces, inmoral, que un puñado de
barones del dinero y de la política se hayan
enriquecido, como nunca, de manera impune y descarada,
mientras el país se ha hundido en uno
de los periodos más largos de estancamiento
económico en toda su historia y el pueblo ha sido
condenado a la sobrevivencia.


Esta gran injusticia se ha llevado a cabo al amparo del poder
público y mediante el despojo de bienes de la nación y
del pueblo, con la protección de monopolios, con la
utilización facciosa del presupuesto y con la corrupción en
contratos de obras y servicios.A la par de este gran
pillaje, han venido imponiendo una política
económica, que lo único que ha ocasionado es la tremenda
crisis de bienestar y de seguridad, que hoy agobia
a la mayoría de los mexicanos y que amenaza con generar
más inestabilidad política y social.


La crisis actual, no olvidemos, se precipita luego de
26 años sin crecimiento económico. En este tiempo, México
ha sido uno de los países que menos ha
progresado en el mundo.


Este periodo se ha caracterizado por el abandono al campo
y el manejo irresponsable de nuestros recursos energéticos.


Desde 1983, se dejó sin apoyo a los productores del sector
agropecuario y se optó por comprar los alimentos en el
extranjero. Y ahora como resultado hay tierras ociosas,
potreros abandonados, se ha despoblado
el medio rural y millones de campesinos se han
visto obligados a emigrar.


En cuanto al sector energético, todo se ha centrado en la
sobreexplotación de los yacimientos petroleros para exportar
materia prima y comprar afuera gasolinas, diesel y productos
petroquímicos, todo ello porque se descuidó deliberadamente
la industria petrolera para privatizarla.


Tanto por la importación de alimentos como por la compra de
productos derivados del petróleo, el año pasado se tuvieron
que destinar 75 mil millones de dólares, lo que ha llevado
a incrementar cada vez más el déficit comercial. En
otras palabras, se ha dejado pasar la oportunidad de
aprovechar el potencial del
campo y del sector energético, que podrían estar siendo los
pilares del desarrollo del país y las fuentes principales
de crecimiento, empleo y bienestar de la población.


En contraste con la desatención a las actividades productivas,
se ha registrado un crecimiento desmesurado del aparato
burocrático y se ha creado una clase parasitaria de
altos funcionarios públicos y
políticos que gozan de privilegios como no sucede en
otras partes del mundo. Durante los dos gobiernos panistas,
el gasto corriente aumentó en 72 por ciento y en los
dos años del actual gobierno usurpador, ha crecido en 400
mil millones de pesos.


A pesar de la crisis que está golpeando a la mayoría de los
mexicanos, los altos funcionarios públicos están ganando hasta
600 mil pesos mensuales, tienen atención médica privada,
fondo de ahorro especial y gozan de muchos otros privilegios.


Ahora bien, si no ha habido crecimiento económico,
si existe una profunda desigualdad social y se padece de
una dictadura encubierta, cómo es, entonces, que no
ha habido un estallido social. La respuesta
tiene que ver con la nobleza y la vocación pacifista de
nuestro pueblo, y con el papel de válvulas de escape
que han jugado la economía informal y
el fenómeno migratorio.


Esto último ha sido determinante. Imaginemos qué hubiese
pasado si no salieran del país alrededor de 600 mil
mexicanos cada año, a buscarse la vida
del otro lado de la frontera.


Aún cuando no se ha desbordado el descontento, la
manifestación más inequívoca del fracaso de la actual
política económica, es el crecimiento tan preocupante
de la inseguridad y de la violencia.


El flagelo de la delincuencia es producto de la falta
de crecimiento económico, de oportunidades de empleo
y de bienestar y, como es obvio, este problema no se va a
resolver con policías y soldados, con cárceles, amenazas
de mano dura y penas más largas, sino
a partir de un cambio profundo en todos los ordenes
de la vida pública de México.


Sin embargo, este cambio no vendrá de la actual
clase gobernante que sigue empecinada en el lucro, en
el discurso de la mentira y en el desdén, pensando
que con el control de los medios de
comunicación se va a seguir imponiendo.


Por eso todo apunta a que la situación va a empeorar. La
crisis de Estados Unidos nos va a afectar más de la
cuenta por la debilidad de
nuestra economía. En pocos meses el peso se devaluó
en 40 por ciento; este año el crecimiento estará
por debajo de cero; ya hay despidos masivos
de trabajadores y el desempleo
crece de manera alarmante.


Y ante esta difícil circunstancia, el gobierno usurpador
no tiene ni voluntad, ni capacidad para enfrentar
este desafío. Calderón, está atrapado en la red
de complicidades y componendas que se
tejió desde el fraude electoral. Además, es muy inepto.


Primero habló de que no nos preocupáramos, que si
en Estados Unidos les daba pulmonía, a nosotros nada más
nos iba a dar gripe, y ahora
que los efectos de la crisis son innegables y obligado
en mucho por nuestro movimiento, sale a decir
que pondrá en marcha un plan anticrisis, claramente
insuficiente, de medidas que son un refrito de
propuestas anteriores que nunca ha cumplido.


No fue ni siquiera capaz de anunciar que reduciría
el gasto burocrático, que bajaría los precios de la gasolina
y del diesel, o que quitaría el Impuesto Empresarial de
Tasa Única (IETU). Algo que mostrara un poco de
voluntad del gobierno por compartir
el sacrificio con la sociedad.


Por eso, tenemos que seguir presionando al gobierno
usurpador para obligarlo a utilizar todos los instrumentos
del Estado y proteger al pueblo. Tengamos presente
que si no se hace nada, no sólo habrá más pobreza, sino
también más inseguridad y violencia.


En el terreno de la acción, nuestro movimiento debe
seguir exigiendo el cambio en la política económica. Debemos
insistir, una y otra vez, hasta lograr que se apoye a los
productores del campo y se alcance
la autosuficiencia alimentaria; que se utilice al sector
energético como palanca de desarrollo nacional, mediante la
construcción de refinerías e impulso a la industria
petroquímica para producir gasolinas, diesel, fertilizantes
y otros insumos, que se ofrezcan a precios bajos a
los consumidores y a las empresas, y permitan
generar empleos e impulsar la industrialización del país.


El objetivo es crecer, generar empleos, producir aquí lo que
consumimos, apoyar a productores, a pequeños y a
medianos empresarios y proteger el mercado interno.


Debemos seguir demandando que baje el gasto corriente
y se supriman todas las partidas destinadas a mantener los
privilegios de los altos funcionarios públicos. Le cuesta
mucho al pueblo mantener al gobierno. No puede
haber gobierno rico con pueblo pobre. Es indispensable
la aplicación de un plan de austeridad para ahorrar
y destinar fondos al desarrollo.


De manera concreta, como aquí se ha anunciado, tenemos
que aplicar acciones de resistencia civil pacífica para
lograr que baje el precio de las gasolinas, el diesel,
el gas y la electricidad.


Tenemos que luchar para que se elimine el IETU y
se protejan los fondos de pensiones de los trabajadores
que han perdido más de 50 mil millones
de pesos en los últimos meses.


También, tenemos que actuar para que se garantice,
cuando menos, el derecho a la salud y a la alimentación
del pueblo. En este sentido, reconocemos la decisión del
Jefe de Gobierno, de establecer 300 comedores
populares para que no haya hambre en la Ciudad de
México. También fue importante el que se resolviera
ampliar el programa de atención médica y medicamentos
gratuitos a todos los habitantes del Distrito Federal.
Este modelo de atención mínima
a dos derechos humanos fundamentales, lo tenemos
que reproducir en todos los gobiernos estatales y municipales
surgidos del movimiento de izquierda nacional. Y este
ejemplo extenderlo a todo el país, como ha
sucedido con la pensión alimentaria para los adultos mayores.


Del mismo modo, tenemos que promover la instalación
de las casas del movimiento en defensa de la economía popular.
Se trata de que haya oficinas donde la gente pueda acudir
y ser atendida ante cobros indebidos en recibos de
luz, predial, agua, tarjetas de crédito,
hipotecas o cualquier otro abuso de autoridad o de
prestadores de servicios. En estas casas del movimiento,
no sólo se brindará información y asesoría, sino que se
auspiciará la organización y habrá
movilizaciones en la búsqueda de soluciones colectiva.


Por cierto, hemos recibido quejas de muchos ciudadanos que son
hostigados por teléfono, a horas inapropiadas, para exigirles el
pago de supuestas deudas a bancos y a empresas comerciales.
También actuaremos al respecto.


Para llevar a la práctica todo este plan en defensa de la
economía popular, debemos trabajar todos juntos para cumplir
la estrategia que aquí ha sido propuesta por la
Coordinadora Nacional del Movimiento.


Les propongo que repasemos el calendario de acciones
hasta el 22 de marzo:


1. La semana del 26 al 30 de enero se llevará a cabo una
campaña de difusión para la defensa de la economía popular.
Para ello se hicieron 28 mil videos y 200 mil historietas,
cuyos contenidos fueron
elaborados por los integrantes de la Comisión de Difusión. Al
respecto les pedimos que estos materiales se reproduzcan
y se difundan casa por casa.
2. El martes 3 de febrero, a las 5 de la tarde, llevaremos a
cabo un mitin en las oficinas de la Secretaría de Hacienda
ubicadas en la avenida Hidalgo, frente a la Alameda
Central, para exigir un cambio de rumbo en la política
económica y demandar que bajen
los precios de la gasolina, el diesel, la luz, el gas, que se
derogue el IETU y se protejan los fondos de pensiones
de los trabajadores.
3. El miércoles 17 de febrero, a las 5 de la tarde, se realizarán
asambleas del movimiento frente a las oficinas de Luz y
Fuerza del Centro y de la Comisión Federal de Electricidad,
tanto en el Distrito Federal como en todos los estados
del país, para protestar por los cobros excesivos
en los recibos de luz.
4. En el transcurso del mes de febrero se abrirán las Casas
del Movimiento en los 31 estados y en las 16
delegaciones del Distrito Federal.
5. El martes 3 de marzo, a las 5 de la tarde, se llevará a
cabo un mitin frente a las oficinas de la Asociación Mexicana
de Bancos, ubicadas en 16 de septiembre No. 27, para
protestar por las altas tasas de interés en las tarjetas de crédito,
cobros indebidos y analizar la situación de la cartera vencida.
6. El miércoles 18 de marzo, a las 5 de la tarde, se celebrará una
reunión de evaluación sobre la defensa del petróleo, en el
Monumento al general Lázaro Cárdenas del Río, ubicado
en el Eje Central. Debo informar a ustedes que las comisiones
que se crearon con este propósito, han seguido trabajando,
vigilando, denunciando la corrupción en Pemex e
interponiendo recursos legales.
7. El domingo 22 de marzo, a las 10 de la mañana, se llevará
a cabo, en el Hemiciclo a Juárez, la asamblea
nacional de evaluación de las acciones en defensa
de la economía popular.



Amigas y amigos:


Defender la libertad humana y practicar en todo momento
la verdadera solidaridad, debe ser siempre el distintivo
de nuestro movimiento.


En consecuencia, desde esta plaza pública, expresamos
nuestro apoyo a los familiares de los 65 mineros que
perdieron la vida en Pasta de Conchos, Coahuila. El día
19 de febrero se cumplirán tres años de
esa tragedia, sin que se haya hecho justicia.


Expresamos, también, nuestro respaldo a los mineros
de Cananea, Sonora, que están en huelga desde hace
dieciocho meses, resistiendo con sus familias, como en
el porfiriato, el acoso, la represión y
la confabulación entre autoridades federales,
estatales y el dueño de la acaudalada compañía
denominada Grupo México.


Hace poco los visitamos y nos comprometimos a apoyarlos con
brigadas médicas y despensas. Ya lo empezamos a hacer con
la cooperación de profesionistas y ciudadanos de
nuestro movimiento. No los dejemos solos.


Volvemos a expresar nuestra solidaridad a quienes
luchan contra la minera canadiense San Xavier, que está
destruyendo el cerro de San Pedro en San Luis Potosí,
símbolo de ese estado.


Desde aquí refrendamos nuestro apoyo al pueblo de Zimapán,
Hidalgo, que se opone a que una empresa española
instale un basurero de residuos tóxicos en ese municipio.
Y como represalia no sólo fueron
agredidos por la policía, sino que hace poco el
supuesto Tribunal Electoral Federal, que realmente
actúa bajo las órdenes de la mafia política del país,
resolvió anular las elecciones municipales,
desconociendo al presidente municipal electo, José María
Lozano Moreno, con la argucia de que un sacerdote
había hecho campaña a su favor, cuando en realidad lo
que está en el fondo es la obtención de los
permisos municipales para la operación de dicho basurero.


Algo parecido llevó a cabo el Tribunal Electoral Federal,
al quitarle el triunfo al presidente municipal electo
de San Marcos, Guerrero y
entregárselo al candidato del PRI, porque está de por medio
el interés de políticos y empresarios para apropiarse
de terrenos con potencial turístico.


Exigimos la libertad de los maestros: Héctor Manuel
Lara Moreno, Carlos Antonio Castro García y Álvaro K.
Escamilla de Mexicali, Baja
California, quienes por encabezar un movimiento
en contra de Elba Esther Gordillo, fueron encarcelados
con la complicidad del gobernador panista
José Guadalupe Osuna Millán.


Nuestra solidaridad a todos los maestros que luchan por la
democratización sindical, se oponen a las reformas a la
Ley del ISSSTE y a la llamada Alianza Educativa.


Exigimos la libertad de los presos políticos de Atenco y de
todos los luchadores sociales que son hostigados o se
encuentran privados de su libertad por la defensa de causas
populares y del medio ambiente.


Vaya nuestra solidaridad a los periodistas Miguel
Badillo y Ana Lilia Pérez, de las revistas Contralínea y
Fortuna, quienes son víctimas de
la persecución por sus denuncias a
empresarios vinculados con Felipe Calderón.


Nuestra solidaridad con los trabajadores y técnicos
de Pemex, que fueron despedidos por organizarse
y defender sus derechos.


Nuestro reconocimiento a campesinos y pescadores
que exigen con justicia que baje el precio del diesel, que les
afecta gravemente en su de por sí menguada economía.


Expresamos nuestra protesta por los daños que
ya se han ocasionado a la zona arqueológica de Teotihuacán,
en aras de intereses políticos mediáticos y mercantiles.
Exigimos la cancelación del llamado proyecto “Resplandor
Teotihuacán”, impulsado por los
gobiernos federal y del estado de México.


Amigas
y amigos:


Como es lógico, los cambios que se necesitan para
renovar a México, no sólo tienen que ver con lo económico,
atañen también a lo político,
a lo social y a lo moral.


Lo deseable es que se haga todo al mismo tiempo. Por eso,
hablamos de una transformación de la vida pública,
que implica una nueva economía en comunión
con la naturaleza, orientada a la producción
y al trabajo; una verdadera reforma política que haga posible
el funcionamiento de las instituciones con
pleno apego a la legalidad y al interés general; y
una convivencia social más humana,
más justa y más igualitaria.


Y todo ello debe ir acompañado del fortalecimiento de
nuestros valores individuales y colectivos.


Nada se logrará si continúa avanzando la falsa creencia
de que sólo vale el que tiene y de que se puede
triunfar (entre comillas) sin escrúpulos
morales de ninguna índole.


Por eso, es indispensable crear una nueva corriente de
pensamiento que se sustente en la cultura, en la nobleza
y en la generosidad de nuestro pueblo, y que introduzca y
refuerce en la sociedad elementos como la tolerancia
y el respeto a la diversidad. En pocas palabras, tenemos
que enaltecer la honestidad y la congruencia
en el quehacer público.



De modo que es no es poca cosa lo que nos hemos propuesto.
A muchos les podrá parecer una utopía,
pero nada que verdaderamente valga la pena, se puede
realizar en la vida sin ideales.


Cuando pensemos que no se puede, recordemos que Hidalgo
enseñó que “el pueblo que quiere ser libre lo será, que el
poder de los reyes es demasiado débil cuando gobiernan
contra la voluntad de los pueblos”.


Y cuando no tengamos lo suficientemente claro los motivos
de nuestra lucha, no olvidemos las palabras de Morelos,
cuando les dijo a sus allegados: “Quiero que hagamos
la declaración de que no hay otra nobleza que la de la virtud,
el saber, el patriotismo y la caridad;
que todos somos iguales, pues del mismo origen procedemos;
que no haya privilegios ni abolengos. Que todo el que
se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo
ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario.


Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que
dicte nuestro Congreso deben de ser tales a que obliguen a
constancia y patriotismo, moderen la opulencia
y la indigencia, y de tal suerte se aumente
el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la
ignorancia, la rapiña y el hurto. Que se eduque a los hijos del
labrador y del barretero, como a los del
más rico hacendado y dueño de minas”.


Y cuando necesitemos fortalecer nuestras convicciones,
emulemos a Juárez cuando decía “que el enemigo nos venza
o nos robe, si tal es nuestro destino; pero nosotros no
debemos legalizar un atentado entregándole voluntariamente
lo que nos exige por la fuerza”.


Y cuando nos falte idealismo, pensemos en ese extraordinario
luchador social, Ricardo Flores Magón, que decía:
“Cuando muera, mis amigos
quizá escriban en mi tumba: ‘aquí yace un soñador’, y
mis enemigos: ‘aquí yace un loco’. Pero no habrá nadie
que se atreva a estampar esta inscripción: ‘aquí yace un
cobarde y un traidor a sus ideas’”.


Amigas y amigos:


No perdamos la oportunidad histórica de que las nuevas
generaciones nos recuerden con todos nuestros errores y
defectos, pero que recuerden también que
nuestras vidas siempre estuvieron inscritas en ideales nobles,
inspiradas en el bien de nuestros semejantes. La vida
es demasiado corta para que la ensuciemos
dejándonos dominar por lo superfluo,
por lo que no tiene valor.


Sigamos adelante. El camino está lleno de obstáculos,
pero no hay nada más humano que ejercer la
libertad en pos de causas justas.


¡Triunfaremos!


¡Viva el Movimiento en defensa de la economía popular,
del petróleo y de la soberanía!


¡Viva la transformación nacional!


¡Viva el pueblo!


¡Viva México!

...................

Audio: Alejandro Encinas y
Andrés Manuel López Obrador


http://mndp2008.blogspot.com/
http://www.resistenciacreativa.org.mx/
http://www.patrimonio.org.mx/

No hay comentarios:

Publicar un comentario