miércoles, 17 de noviembre de 2010

Lira lirón: introducción a la poesía

poesia

Lira lirón: introducción a la poesía
Taller Infantil en la Escuela de Creación Literaria del Centro Estatal de Bellas Artes/SEP en Yucatán

Por Fernando de la Cruz

con sonrisa buena, como de imagen
Ermilo Abreu Gómez, Canek

Escribir un poema por sesión. Ilustrado. Los niños pueden eso y mucho más. Leímos (leyeron de viva voz) y discutimos a Carlos Pellicer, a Rubén Bonifaz Nuño, a Elsa Cross…, y de ahí, como de la vida misma, nos hicimos de ideas que gestaron sus poemas.

infantil-meztli-lezama.jpg Trabajé (este año y el pasado) con niños de 9 a 12 años en el Taller Infantil (grupo combinado de Sensibilización I y II) de la Escuela de Creación Literaria del CEBA/SEP en Mérida. En su primer año, trabajamos con una serie de dinámicas de creatividad, diseñadas y perfeccionadas por mis colegas y amigos en la ECL, Francisco Lope Ávila (mi maestro) y Verónica García (mi coordinadora). Entre las dinámicas estaban: El mundo al revés, Menú intergaláctico, Mi Creación del mundo, Una máquina para pesar montañas…, e infinidad de juegos verbales. Yo diseñé otras nuevas como El bálsamo de Fierabrás (Cervantes dixit) y Ciudades invisibles (basada, claro, en Calvino), entre otras.

Cuando el grupo, transformado por las naturales deserciones y nuevos ingresos, volvió a llegar a mí (más bien, yo a él) en el ciclo escolar 2009-2010, la mayoría había pasado por materias como Desarrollo del pensamiento (con Lope Ávila), Mitos y leyendas (con Feliciano Sánchez), entre otras, y estaban más que listos para nuestra Introducción a la Poesía; en tanto que un par de recién ingresados le entraron a la poesía así de golpe y almohadazo, e igual, hicieron maravillas. En ese segundo año, de manera simultánea, llevaron con Ivi May las materias de Desarrollo emocional, Poesía en movimiento: uso de las nuevas tecnologías, y Mi primer libro (en la que cada niño elaboró su propia plaquette, publicada en la colección Lira Lirón de la SEP).

El grupo estaba formado por César, Meztli, Kenia, Alex, Darina y Elbert. En nuestra primera clase hicimos la siguiente dinámica:

Paso 1: Escriban una lista de cosas que perciben en el trayecto de su casa a la escuela, a partir de los cinco sentidos, comenzando con la palabra Es.

Paso 2: Reescriban cada oración, quitándole cualquier palabra que se refiera a un sentido. Por ejemplo, si alguien escribió “Es el olor del perfume de la niña que se sienta a mi lado”, que deje: “Es el perfume de la niña que se sienta a mi lado”.

Paso 3: Reescriban su lista con la oración que más les guste primero y la que menos les guste al final, aunque queden revueltos los sentidos. Y le ponen por título: La poesía.

Conforme van terminando, yo reviso gramática y ortografía y (paso 4) reescriben su versión final, con una copia para entregarme, en una hoja en blanco con su nombre y la fecha.

Una postactividad que apliqué a menudo, es la de ilustrar su poema con un dibujo, aparte, en una hoja en blanco. Y en todos los casos, cada quien lee su poema en voz alta. Obtuvimos poemas como el siguiente:


infantil-meztli-lezama1.jpgMeztli Lezama Soto


La poesía


Es el piso del parque cerca de mi casa.
Es el perfume de mi mamá que se pone todos los días.
Es el cielo al atardecer.
Es mi helado de chocolate.
Es una abeja al lado de mi oído.
Es mi cama.
Es el brillo de las hojas de un árbol.
Es la rica y fresca agua.
Es el goteo en el piso mientras llueve.
Es la pared rasposa de mi escuela.
Es la gente que veo todos los días en la calle.
Es una pegajosa gelatina en mis manos.


En semanas posteriores aproveché circunstancias fortuitas como la instalación del tianguis de artesanos oaxaqueños en el Parque de la Paz, a media cuadra de los jardines del CEBA. Les pedí a los seis niños que ese día llevaran su camiseta de uniforme (que es opcional, como se debe); que estuviéramos juntos en todo momento; que nos tomáramos de la mano al cruzar la calle. Y nos lanzamos:


“Tianguis de palabras”

Lápiz y cuaderno en mano, tenían que describir objetos que estaban a la venta como si fueran palabras, con oraciones como “Hay palabras que…”, “hay otras que…”.

Cualquier pregunta se la hacían directamente al vendedor, desarrollando habilidades sociales y comunicativas.

En grupo avanzamos de puesto en puesto, y terminamos comiendo un helado de esos indescriptiblemente ricos. Y un amable promotor oaxaqueño hizo con ellos un taller de papagayos (como en Yucatán, le llamamos al papalote).

¡Ah!, y los que quisieron, probaron chapulines enchilados.

Ese día se fueron con el sabor de la poesía en la boca, con su papagayo hecho por ellos mismos, y con la tarea de retrabajar su poema a partir de la lista que escribieron.


A la semana siguiente, repetimos la operación en el Parque Zoológico del Centenario (que curiosamente este año le hace honor a su nombre), y que tenemos de vecino de enfrente. Allí la dinámica fue “Zoología de palabras” (y de tarea, “También existe la palabra humana”):


César Huchím Flores


Tianguis de palabras


Vendo palabras de tres leches que al tocar la lengua se deshacen.
También vendo de rosas con pétalos helados. Estas palabras vienen en tres tamaños: la más grande cuesta $100 pesos; la mediana, $50, y la chica, $35.
Pase usted y encontrará palabras que forman figuras con caras a tan sólo $50 pesitos.
También hay palabras de piel de cocodrilo, y hasta palabras con relieve, a $250.
Entre al área de alimentos y encontrará palabras crujientes y picantes, con limón, a $20 pesos.
Acompáñelas con una buena palabra con leche a $15 pesos.
Igual vendemos palabras con muñecos bordados, a $30 pesos.



Zoología de las palabras

I
Hay palabras que presumen sus palabras
y palabras hechas de puntos.
También palabras de 5 metros,
al igual que palabras nocturnas.
Las que más me gustan son palabras que parecen árboles.
No me gustan las palabras rastreras gigantescas;
unas no muy agradables son las que no hacen ruido.
Algunas palabras son de otros países;
las hay que son mortales.
Hay palabras pintas,
palabras dormidas y feroces,
palabras famosas,
palabras gordas que nadan e incluso
palabras que se quieren escapar.
Pero las más extrañas son las palabras que repiten palabras.


II
También existe la palabra humana. Esta empieza con una letra. Con el paso del tiempo se vuelve más compleja, tanto que se tiene que buscar en un diccionario. La palabra humana vuela como una idea que se transforma en acto. En la plenitud de su pronunciación llega a prestarle sus sonidos a las metas y los sueños. Al término de su articulación goza de haber sido escrita, hasta el momento en que es borrada para dar paso a una nueva palabra, en este nuevo ciclo de la lengua.



Un ejercicio clásico, El Credo, lo trabajamos de la siguiente manera:

Paso 1: organizador visual tipo telaraña (en fotocopias o, como muestra, en el pintarrón): al centro de la hoja se dibuja un corazón y a su alrededor siete categorías: naturaleza, objetos, personas, lugares, tradiciones, situaciones, arte.

Cada categoría va encerrada en un círculo, unido al corazón con una raya.

Enlazadas a cada categoría, los niños escriben por lo menos tres palabras o frases de cosas que signifiquen mucho para ellos.

Paso 2: salimos al jardín; ellos hacen una rueda y se ponen a caminar en círculos, con su hoja en la mano.

Al pasar junto a mí, gritan una de las cosas que escribieron.

Paso 3 (de vuelta en el salón), escribe cada quien su propio credo; lo reviso, lo reescriben, lo ilustran, etcétera.


Darina Xoc Chimal


Credo


Creo en el gran cielo azul.
En la brisa del mar y sus traslúcidas aguas.
En los animales al vivir como su naturaleza lo indica.
También cuando veo la luz de la luna llena en la
    tranquila oscuridad.
Otra cosa son las estatuas de hielo de personas o animales, 
pareciendo que realmente estuvieron ahí.
Creo en las grandes praderas verdes con flores en la orilla.
Igual en las montañas, glaciares y la nieve blanca al estar en un mundo 
frío y desolado, pero tranquilo.
La última cosa es al terminar el día, siempre siento como si cada ciclo acabara,          
aunque sólo sea el comienzo de la nueva luz y la nueva oscuridad que se lleva hoy el día.


Un día de calor extremo (incluso para nuestros estándares en la masa candente de concreto y asfalto que llamamos Mérida), refugiados en el aire acondicionado del salón que nos presta el área de música, los niños escribieron “Qué le sucede al mundo con el calor”. La consigna: que exageren los efectos del calor en todo lo que existe dentro y fuera de la imaginación:


Kenia Chan Cervera


El sol está cansado


El sol está cansado
de lastimar a la gente.

Mi amiga se derrite,
los árboles huyen,
los pájaros llueven
mientras las flores danzan.

El monte tiembla,
está que arde.

La calle se desvanece
y todo empieza a moverse.

Pero el sol nos deja descansar
cuando en la noche se va a otro lugar.
Pero la luna nos llegará
a salvarnos de esta ráfaga infernal.


Los poemas tipo documento, como los instructivos, son experimentos interesantes y divertidos. Les pedí que dijeran cuál sería el peor trabajo de su vida. Luego leímos una lista de “Los 10 peores trabajos”, tomada de www.tonterías.com o de algún portal similar. Después, hicieron una lista de los 10 mejores trabajos imaginarios, del tipo “Reparador de cenzontles”. Escribieron trabajos como Limpiador de intenciones, Diseñador de sueños… Cada quien eligió el trabajo que más le gustó y escribió un instructivo de cómo hacer ese trabajo; por ejemplo: “Cómo diseñar un sueño” o “Instrucciones para filtrar intenciones malas de la cabeza”.

Luego, un día de lluvia intensa, muy propia de este clima, escribieron  “Qué cae con la lluvia”:


Elbert Quintal Polanco


¿Qué cae con la lluvia?


Cuando hay lluvia caen los mares y los ríos,
cae el Océano Pacífico,
caen cascadas junto a los lirios,
caen mis temores de cuando era chico,
caen mis promesas, cae todo lo mío,
caen todos los juegos que hacía con mis amigos,
caen mis fronteras, cae el fracaso de mis padres y tíos…
Y queda este poema, mojado pero limpio.


Otras ideas generadoras de poemas fueron: “Lo que aún nos queda”, “Vacaciones de las palabras”, “El poema elevador” (de lectura ascendente o descendente) y “Para, que la cámara dispara”:


César Huchím Flores


La cámara de Pandora

Me cachó mi mamá;
me ha pegado una regañiza…

No fue mi intención. Esta cosa es radioactiva
y muy divertida.

Me dijo que devolviera todo lo que tomé.

Sólo fueron 10 ó 20 que al mundo ni le hacen falta.

Tiene un zoom increíble,
tanto que puede tomar
a las más diminutas hadas que persiguen a los gnomos.

También puedo tomar una foto panorámica de las estrellas.

Pero mi cámara tiene un defecto:
los fondos naturales desaparecen.

A exigencia de mi madre,
tuve que devolver todas las cosas
y sólo me quedé con una foto
—aún dentro de la cámara—
con la que había captado la maldad.
Y el mundo fue mejor.

Hasta que se rompió la cámara
¡tonta piedra en el piso!
Y el mundo es como es.



Luego de que leyeron y discutieron todo “Urracas” de Elsa Cross, y los poemas sueltos “Qué fácil sería para esta mosca” de Rubén Bonifaz Nuño; “Esquemas para una oda tropical” de Pellicer, el “Poema espejo” de Luis Armenta Malpica, “El lenguaje” de Juan Luis Martínez… en las correspondientes sesiones de clase escribieron poemas como estos:


Meztli Lezama Soto


Beber la nada

ebria de inexistencia
Elsa Cross

Y aquí estoy encerrada junto con miles de palabras que no hacen silencio, sin compañía de otra persona, cansada de vivir en este abismo que no tiene fin, “ebria de inexistencia”.

Emmanuel Alejandro Febles Meza
Poema ante el espejo
                      Porque hieres mis sentimientos       Porque hiero tus sentimientos
                              Porque criticas mis logros       Porque critico tus logros
                 Porque me fastidias todo el tiempo       Porque te fastidio todo el tiempo
         Porque no me dejas ni un minuto en paz       Porque no te dejo ni un momento en paz
                       Porque me lastimas sin motivo       Porque te lastimo sin motivo
                   Porque me haces bromas pesadas       Porque te hago bromas pesadas
                         Porque lastimas a mis amigos       Porque lastimo a tus amigos
                              Porque ofendes sin motivo       Porque ofendo sin motivo
                        Porque no soportas mis logros       Porque no soporto tus logros
                          Porque nunca quieres perder       Porque nunca quiero perder
                        Porque no respetas mi espacio       Porque no respeto tu espacio
                        Porque interrumpes mi lectura       Porque interrumpo tu lectura
                                 por tan sólo una tontería       por tan sólo una tontería
                Porque tomas mis cosas sin permiso       Porque tomo tus cosas sin permiso
                                    Porque te crees un rey       Porque me creo un rey
                                siendo apenas un plebeyo       siendo apenas un plebeyo
                      Y porque te crees dueño de todo       Y porque me creo dueño de todo
                            pero no eres dueño de nada.       pero no soy dueño de nada
            Y espero que con este poema se perdonen los problemas que me causa mi reflejo.

César Huchím Flores


Mis más pequeños mejores amigos


Perturban mi sueño extrayendo mi vida. Yo no se la niego. Mi madre los odia y siempre anda poniendo Raid Laminitas®, pero yo las quito. Son mis amigos y les cuento mis cosas.

Un día me contaron que la gente les tiene miedo, pues dizque dan dengue, cuando tan sólo se pusieron unos pantalones de moda con rayas blancas y negras.

Mosquitos… con ellos comparto la mitad de mi vida, aunque me piquen.



Y así se nos fue el semestre: los niños transitaron de la letanía a poemas cuya profundidad supera la de muchos adultos; escribieron poemas líricos y narrativos, intimistas, experimentales, en verso, en prosa, rítmicos, arrítmicos… En efecto, algunos de estos ejercicios los llevé a cabo también con los adultos de la escuela formal, con resultados en general menos sorprendentes. Lo que propongo en el futuro, para los niños, es abundar en las lecturas de poesía como fuente de reflexión y goce estético, pero también de ideas, para hacer de ellos escritores no sólo autocríticos sino también automotivados.

Algunas características del grupo que hay que notar: la totalidad de estos seis niños reciben el apoyo de sus padres, tutores y/o maestros de primaria. La mayoría eran ya niños lectores. Por otra parte, los niños trabajaron sus poemas mayormente a partir de su propia realidad, aunque no dejó de filtrarse el imaginario insertado por el globalitarismo de Televisa y otros canales similares de infobasura.

Pero seguimos en pie de lectura y de escritura.

Con este grupo más que con ninguno, combiné mi formación en Literatura y en Lingüística Aplicada (digamos, Teacher Training) de la mejor manera. Partí del Enfoque por Tareas, que a su vez se basa en el Enfoque Comunicativo (CLT), pero no con el objetivo de que adquirieran un idioma diferente sino para que se hicieran del lenguaje simbólico y sensorial de la poesía, que radica en ellos mismos y en los poetas que descubren.

infantil-kenia-chan.jpgEn cada ejercicio trabajé con ellos como moderador, pero también como editor, conciente de las funciones y la autoridad de un editor que realmente lo es; esto es, trabajar con el autor para que el texto sea publicable, y no limitarse a recepcionar trabajos para pasarle al diseñador. Concebí cada texto como perfectible y exigí de cada niño una creciente cuota de creatividad e imaginación acorde con su edad; señalé facilismos y lugares comunes; trabajé ritmo e imagen; fomenté la conciencia de una primera línea que atrape y un giro inesperado como vuelta de tuerca (ambas estrategias aprendidas de los narradores). A menudo entre todos sugeríamos, por ejemplo, un cierre contundente o un adjetivo afortunado para algún texto leído, siempre sonriendo, en una camaradería que les serviría de ejemplo a los talleres literarios convencionales.

Cuatro de estos niños, ya preadolescentes, se graduaron en junio del Taller Infantil y este semestre pasan al Taller Juvenil, en donde verán materias como “Literatura de viajes”, “Ciencia ficción”, “Educomunicación”, y por supuesto, más materias de poesía. Ellos entran con una gran ventaja con respecto a los muchachos de nuevo ingreso (aunque finalmente no es competencia). Los que sigan en la escuela, a la edad de 15 años tendrán la opción de irse directo a la carrera que ofrecemos de Técnico en Creación Literaria. Y si no todos le dedican la vida a la vocación y oficio de escribir, sí serán buenos lectores de la literatura y de la vida misma, y mejores profesionales en cualquier actividad que ellos elijan.

Para saber más sobre la Escuela de Creación Literaria del CEBA/SEP (y leer las plaquettes de la colección Lira Lirón), ver el blog:

http://bellasartescreacionliterariayucatan.blogspot.com/


Fotografías de Fer de la Cruz




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URL de Periódico de Poesía de la UNAM:
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Fer de la Cruz
Máster en Español
Lic. en Humanidades y Filosofía
http://www.cafepoesia.jkpublishing.org/

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